No hay honor mas grande que él que uno sea llamado: Hombre de Dios. Ese titulo uno mismo no se lo da, ni se gana en concursos o compra con dinero, solamente se puede demostrar con un vida totalmente rendida a Dios.
Si uno buscare una definición de una vida totalmente rendida a Dios tendría que incluir la vida del Pastor Luis A. Nuñez. Un hombre de oración; siempre lo encontraba en la iglesia por la mañana y tarde. Para él, la oración era vital para tener un relación intima con Dios. No solo lo predico sino que también lo vivió. Los tiempos en la presencia de Dios era evidente en sus predicaciones llenas de audacia, unción y desafío para la iglesia. No hay ningún honor mas alto que el ser llamado un verdadero hombre de Dios.